EL OJO DURO

Que el amor está directamente relacionado con el destino, es un asunto que va de la mano con la centralidad que tiene este sentimiento en nuestras vidas. El amor es quizás el principal motor de nuestro deambular terrenal, si es que no el único bálsamo que justifica nuestra existencia. Es un movilizador puro, que es capaz de crear, recrear o transformar. Toda historia tiene un amor, un objetivo final que se define en un acto de felicidad, muchas veces precedido por un sacrificio, o quizás por un cambio fundamental en nuestro ser.

Aún ante las más malsanas experiencias vividas, el amor encuentra un nicho. La realidad y la magia se confunden a veces y consiguen procrear historias tan poderosas como inspiradoras. Hoy retomo este artículo, perdido entre inconclusos, para recomendar tardíamente tres películas, que curiosamente mezclan los conceptos de destino y amor, en una atmósfera heroica, por momentos angustiantes, pero que siempre consiguen inspirar y hacernos entender, que todo es posible por y gracias al amor.

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Un Ojo Duro: (A): 5 / (CAV): 5 / (R): 5

Un ex-soldado, es reclutado en contra de su voluntad para ser el núcleo de un proyecto científico innovador. Ante una oleada de atentados terroristas explosivos, su misión consiste en vivir los ocho minutos de información recopilada en un código fuente, único vestigio de un bestial accidente ferroviario, e identificar el responsable de éste.

Colter Stevens (Jake Gyllenhaal), el protagonista, estará atado a este aterrador día de la marmota, viviendo una vida ajena, artificial, acompañado por la imagen de una mujer, de la cual se aferrará y comenzará a amar, iniciando un viaje del que no deseará despertar.

A pesar de ser una película eminentemente de acción, con la típica dinámica contrarreloj, tiene un trasfondo enternecedor. El protagonista por momentos me recuerda al desorientado James Cole de Doce Monos. Su, por momentos, desgarradora frase: “Dime que todo va a estar bien”, resuena como la demanda de un niño asustado, que busca de algo a lo cual aferrarse.

Es una historia algo repetida, muy de base informática, muy de duro de matar, muy de experimento científico de vanguardia, pero consigue su objetivo que es el entretener y desesperarnos a la vez.

Los Crímenes de Henry: Henrys Crime

Un Ojo Duro: (A): 4 / (CAV): 4 / (R): 6

Keanu Reeves, esta vez interpreta a Henry, un patético cobrador de peaje, que tras una engañosa invitación, termina involucrado en un atraco del banco de su ciudad. 6 años de prisión son suficientes para revisar su vida, evaluarla, perderla y verse tras la condena, con un abanico de posibilidades que lo obligan a apostar por primera vez por un sueño… vencer sus miedos, desafiar sus límites… Robar el Banco por el que le condenaron.

En el proceso recluta a su mentor presidiario y a una actriz decadente. Por su parte, Henry irá descubriendo, a través de este proceso, el amor, su valía y el maravilloso mundo que se puede recrear a partir de un sueño.

Keanu Reeves, a pesar de su conocida capacidad “no histriónica”, consigue convencer, interpretando a un personaje carente, inseguro, que lucha en contra de su propia inercia y autocomplacencia. Aún así me es inevitable verlo e imaginar que se podrá un par de anteojos oscuros y que saldrá volando en cualquier momento.

Es una película de un ritmo más bien lento, comedia suave clásica, de día de semana por la tarde. Para ver solo, sin mucho estrés.

Destino Oculto: The Adjustment Bureau

Un Ojo Duro: (A): 4 / (CAV): 6 / (R): 5

David Norris (Matt Damon), es un prometedor congresista norteamericano, que tras un fallido proceso electoral, conoce a una atractiva chica, Elise Sellas (Emily Blunt), de la que se enamorará perdidamente. Su obsesión por esta mujer, le llevará a enfrentarse a una realidad oculta, que determina tanto su vida, como la de toda la humanidad. Destinos cerrados, caminos forzados, intransables, custodiados por una organización con ribetes celestiales.

El protagonista deberá luchar por lo que él considera su destino, yendo justamente en contra de su destino.

Es una excelente película de acción, inocente por momentos, pero de muy buen ritmo, y calidad audiovisual. No entrega mucho material novedoso como para analizarla en mayor profundidad.

Dato Freak, en dos de estas películas actúa Vera Farmiga, una excelente y atractiva actriz (belleza extraña a decir verdad), que consigue interpretar disímiles papeles con considerable éxito. Una nueva musa hollywoodense.

El tiempo es un tema que siempre me ha apasionado. Es más, muchas veces lo refiero en los cuentos y relatos que escribo. El tiempo posee un valor, un poder sobre el curso de nuestras vidas. Limita, significa, abre puertas y las cierra. Es una constante transable en el mercado, una norma que se nos impone desde la cuna, encierra expectativas, se siembra de metas. Somos criaturas alimentadas y atadas por el tiempo. Crono es un Dios vigente.

Existen muchas películas y series que han usufructuado del valor conceptual del tiempo. La más exitosa y mejor lograda, es Volver al Futuro. Grande es el aporte de 12 Monos, El Día de la Marmota y Corre Lola Corre. También encontramos series que lo han utilizado en su argumento, como Lost, Flashforward, Quantum Leap, y puedo quedar corto. Además es muy común que en series de ciencias de ficción, al menos un capítulo, esté determinado por alguna anomalía temporal.

Hoy revisaré una película que me generó sentimientos encontrados, una película que alude al tiempo, pero que es víctima del tiempo.

Desde mi humilde perspectiva, Justin Timberlake, tiene la mala suerte de involucrarse en producciones mal conceptuadas, o abusan de un tema hasta saturarlo, o simplemente se hunde en un cliché plano que no consigue transmitir un argumento que a todas luces es válido. (Southland Tale, es un triste ejemplo)

In Time, nos muestra un futuro en el que la genética ha conseguido detener el envejecimiento. La gente llega a los 25 y mantiene ese aspecto. Pero se tiene sólo un año más de vida a partir de ese momento. Si deseas seguir viviendo debes comprar ese tiempo, el que se va registrando en un reloj fosforescente en la muñeca izquierda (creo). Así el tiempo se convierte en moneda de cambio. Vives, trabajas, compras, te prostituyes, peleas, por tiempo, en una sociedad angustiada, esclavizada y segmentada.

Will Salas (Justin Timberlake), tras perder a su madre (en una escena dramática, fatalmente mal lograda), y luego de un fortuito encuentro con un acaudalado sujeto, el que le hereda un siglo de vida, decide luchar contra el orden establecido, y desafiarle.

El argumento y el tenor de la película no son malos. Es una clara crítica social al culto a la juventud, y la inequidad socioeconómica. Es una metáfora de nuestra realidad, en la que salir bien en la foto del perfil de facebook es esencial; donde el tiempo es oro; donde la sobrevivencia pende de un hilo, viviendo el día a día; donde el tiempo no alcanza para nada, en el que rogamos por una hora más de descanso, que no tenemos. Una sociedad tensa, esclava de la imagen y del reloj. Si la idea de fondo de esta película no es cuestionable… ¿En que falla?

Por un lado, películas de este tenor ya se han visto por montón: Gattaca, La Isla, Matrix, Equilibrium, por nombrar algunas. El desarrollo y profundidad de los personajes es plano, sus motivaciones son muy lineales, simples, no hay complejidad ni contradicciones. Se reiteran hasta la saciedad frases clichés, que si bien tienen sentido, saturan “se te acabó el tiempo”, “con un día basta”. No hay quiebres argumentales, no hay sorpresa, es casi simplemente una descripción. Los diálogos son por completo insípidos. Pero el mayor problema es que a pesar de ser una película que habla de la cultura del tiempo, es irónicamente, víctima del tiempo. El mayor problema es que esta producción está mal concebida audiovisualmente, es muy lenta, muy larga, se pierde en detalles evitables... Crank nos enseña el ritmo de la desesperación… acá debería haberse ocupado un ritmo similar. No observo angustia en los rostros, es más observo decidía, desconexión, nihilismo emotivo.

Pienso que In Time le faltó historia, desarrollo, y paradójicamente, le sobró tiempo. Es una película relativamente entretenida, pero mal elaborada. Considero que con media hora, un cortometraje, habría bastado y sobrado. Incluso, habría sido un éxito… apropósito, Amanda Seyfried, es muy linda…

Tercer Ojo Sangrante: (A): 7 / (CAV): 7 / (R): 7

Cuando terminé de verla, mi única convicción fue que ya estaba dentro de las diez mejores. La angustia, el afecto a flor de piel, en cada rincón, en cada compás. The Another Earth, te invita al recogimiento, a observarte, a llorar por un largo rato y a hacerte cariño, sabiendo que no estas solo.

El mundo está perplejo. El gran sueño de la humanidad se ha hecho realidad. Científicos han descubierto un planeta con idénticas condiciones que la tierra. Una Tierra Dos. Rhoda Williams (Brit Marling) una chica con un futuro prometedor, la noche en que es debelado el hallazgo, es protagonista de un accidente con consecuencias fatales. Su vida se quiebra, así como también la de John Burroughs's (William Mapother), quien pierde a toda su familia.

Cuatro años de cárcel, y un remordimiento que no abandona a Rhoda. Mientras el mundo sigue impactado tras descubrir que el nuevo planeta es una copia fidedigna de la Tierra, un espejo perturbador.

La posibilidad de encontrarte contigo mismo, de observarte, de darte cuenta que cada mínimo detalle en ti es parte y objeto de tus decisiones, de tus errores, de lo que ocultas, de lo que sientes y piensas. Que todo podría haber sido diferente. No hay posibilidad de escapar, no hay posibilidad de mentir. Eres tu. La única persona a la que no le puedes ofrecer excusas, la única persona a la que no le puedes sonreír simpáticamente y por cortesía. Es de verdad. El sólo saber que existe otro yo ahí afuera, te hace introyectarle casi de manera automática. Genera un acto de reflección, de revisión, de redención.

The Another Earth, está muy lejos de ser una película de ciencia ficción. Es una metáfora, una alegoría sobre lo que somos, lo que tememos, lo que soñamos, lo que hacemos para alcanzar la felicidad. Del remordimiento, el perdón, la sanación y el reencuentro. Quedo corto en expresiones. Las actuaciones de los protagonistas te invitan a escuchar, a darte un tiempo en silencio. Las melodías, el trabajo audiovisual, te sumergen en la memoria y los sentimientos de personas heridas, pero que aún luchan por soñar.