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Héroes Peligrosos

Siempre fui un adicto a la televisión, pero más que a la cajita idiota, a las buenas historias. A aquellas desconcertantes, desquiciantes, encantadoras, inspiradoras. Siempre me ha gustado que me sorprendan, encontrarme con escenarios que me desafían, que me hagan pensar, enamorarme y descubrir más de la realidad, y por consiguiente, de mi mismo.

Gracias a Dios, hoy en día, y con el gentil auspicio de la globalización, uno puede acceder selectivamente a los productos televisivos de la mejor calidad, despejándose así de tanta propaganda y publicidad inútil. Las series son hoy en día, unos de los mayores motivos de descarga a nivel mundial, llegando a índices sencillamente descabellados.

El tema de hoy son los Héroes Peligrosos.

La imagen del héroe tiende a estar vinculado con valores e imágenes idealizadas, pero hace décadas que el concepto del anti-heroe se ha ido instalando y desarrollando en nuestra cultura. Seres imperfectos, tan perturbados y desconsolados como cualquier humano, cuya única gracia es que poseen habilidades sobrenaturales, y que tienen tribuna y cámara para difundir sus penurias.
Hoy en día podemos encontrar series sobre heroes de diferente calaña, calidad y estilo. En esta ocasión destaco dos estilos de Héroes, que comparten, además de ser excelentes series, aquella naturaleza perturbada y encantadora.


Misfits:
Dos Ojos Duros: (A): 6 / (CAV): 7 / (R): 6


Pocas veces una producción que suena a parodia, es lejos mejor que el original. Misfits desconcierta, encanta y sorprende a medida que va avanzando su trama. La pregunta es central ¿Qué harías si de un momento a otro adquieres super poderes?... La respuesta más políticamente incorrecta es… “Lo que se me de la gana” Y es este el argumento central de estos chicos.

Cinco adolescentes antisociales condenados a trabajar en un programa de trabajos comunitarios, adquieren curiosas habilidades, tras una tormenta eléctrica. Sus inadaptadas vidas previas, van encajando con estos poderes, y si bien, en un principio todo parece ir de mal en peor, el camino del héroe comienza a convertirse en parte de su sanación y tránsito hacia la madurez.

Reconocida ya como una serie de culto, con dos temporadas de corta duración a su haber y próxima a comenzar la tercera, además de su trama, es destacada por la excelente banda sonora que acompaña cada capítulo.


House M.D.:
Dos Ojos Duros: (A): 6 / (CAV):5 / (R): 6


Serie de casos clínicos, cuyo gran acierto es el diseño del personaje estrella. Elevado a condición de arquetipo, ha sido tal su influencia en el imaginario colectivo, que ha dado pie a publicaciones literarias en torno a su estilo de pensamiento y resolución de conflictos interpersonales. Asertivo o no, Gregory House, es hoy en día una las personalidades de ficción mejor posicionadas y más reconocibles por los televidentes a nivel mundial.

House es un profesional de la Medicina, brillante, obsesivo, pero profundamente antisocial, que es contratado en Hospital Universitario Princeton-Plainsboro para dejarlo a cargo de un equipo de especialistas, con el fin de resolver casos clínicos de alta complejidad. Los capítulos cuentan con dos líneas argumentales, una autoconclusiva, centrada en la problemática del paciente cacho de turno, y una transversal que abarca los conflictos y peripecias de House y su equipo.

La serie, con siete temporadas a su haber, ha conseguido mantenerse vigente gracias a la cruda personalidad del protagonista. Sus habilidades como profesional son dignas de un super heroe, capaz de resolver enigmas sorprendentes. Lo que le convierte en un anti-héroe, es que sus milagros y su heroísmo no son más que un epifenómeno, un efecto secundario de un egoísmo y una obsesión enfermiza y sintomática, cuyo único afán es dar con el diagnóstico acertado. Este proceder prepotente, irónico y disocial, va develando, con el avance de la historia central, una fragilidad que lentamente desviste al humano tras el semidios, le encamina a su redescubrimiento.

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Crecer Viajando

Ese día necesitaba estar solo. Había sido una semana pesadísima, de esas en las que te entregas y exiges más de la cuenta, equilibrando esto, atendiendo esto otro, respondiendo a un sin fin de necesidades y demandas. Al acabar la semana, te das cuenta que, si bien los esfuerzos son gratos, el agotamiento tiende a ser un bálsamo poco refrescante. Estresarme durante el fin de semana, me parece a lo menos desquiciante. Sujetarme a tiempos, compromisos y carreras, un panorama que dista mucho de ser sanador.

Un par de llamadas, y me quedé solo y desconectado. Panorama. Netbook, Subuffer, algo para comer y a revisar una película postergada.


Todo un parto: (Due date)
Dos Ojos Duros: (A): 5 / (CAV): 6 / (R): 6


Esta es de esas películas que comienzas a ver con muchos prejuicios, pero que al terminar quedas con una agradable sensación. Te divierte y, a pesar de venderse como un producto humorístico, la neurona loca y analítica queda inquieta, encontrando más contenido del esperado.

Peter (Downey Jr.), recibe la noticia de que su novia, que está en Los Ángeles, está próxima de entrar en trabajo de parto. Él, profesional exitoso, estructurado, canchero, se alista a viajar para asistir al nacimiento de su primogénito. Pero las cosas comienzan a salir mal. Ethan (Zach Galifianakis) un aspirante de actor, ñoño y excéntrico, quien también se dirige a Los Ángeles (Hollywood específicamente), se cruza en su camino y por una serie de circunstancias (algunas forzadas por éste último) terminan realizando el viaje juntos. Dos personalidades opuestas, dos mundos diametralmente diferentes, pero dos caras de una misma moneda, yendo al encuentro de sus sueños.

“Due Date”, nos regala una narración que raya en lo fantástico, una notable cuota de humor escatológico (por momentos muy al estilo de los hermanos Farrelly), escenas de acción sacadas de otra película y una banda sonora excelente. Pero más allá de lo efectista de los recursos, nos permite presenciar, entre broma y broma, el crecimiento de los personajes, y la duda no menor de estar en presencia de una metáfora sobre la crisis de la mediana edad.

Peter e Ethan, hacen referencia a polos de un mismo ser, de un individuo disociado, por la necesidad de adaptarse a un contexto que te exige aparentar madurez y éxito, más allá de tus deseos y sueños más primigenios. Peter es la máscara, rígida, atractiva; Ethan, la sombra, reprimida, despreciada. El viaje, recrea la crisis interna, una instancia de revisión de quien soy, que deseaba ser, y en qué me voy a convertir. Es la instancia de reencuentro con sus partes rechazadas, con el niño interno, que requieren un cierre, que requieren un duelo definitivo, el superar conflictos no resueltos, perdonar, para culminar bañándose con las cenizas del padre, traje que le envestirá desde ese momento y para siempre.

El quiebre interno se resuelve aunando fuerzas, integrando elementos por ambos desconocidos, enfatizando en el amor, un amor narcisista que a la larga evoluciona a un amor fraterno y paternal. Es el camino para hacer las pases, con esta instancia desplazada pero lúdica, que requerirá en su nueva etapa del ciclo vital.

Todo un parto, es una película que vale la pena ofrecerle una oportunidad. Una apuesta de afrontar un tema trascendental, de manera entretenida, sin dramones… quizás incluso de manera más madura y sabia, de lo que estamos acostumbrados. La recomiendo abiertamente.

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Mecánicos y Turistas

Hace meses que simplemente escapo de los televisores. Hace meses que estoy por completo desconectado de la programación televisiva nacional e internacional. Incluso antes de dejar de tener televisores a la mano, le esquivaba. Me aburrí de perder neuronas. Prefiero elegir personalizadamente el riesgo de ver algo malo, a quedarme haciendo zapping como un zombie durante una interminable tarde de domingo.

Escucho en la radio que en el Senado se legisla sobre la TV Digital, que se implementará en Chile en el corto plazo. Hablan del costo que éste implicará a nuestra sociedad y de la necesidad de enfatizar en contenidos culturales. Si desean cultura, nacionalicen History y Discovery Chanel, y paren de discutir estupideces. Lo del costo es una boludez, más del 60% por ciento de la población se endeuda para tener cable o tv satelital, y venden el alma para tener el mega-ultra- hd-superstar televisor de ultima generación, indistintamente del formato de señal que se use en nuestro país.

Me lanzo sobre el sillón, enciendo mi Netbook, y aplico Windows Media Player. Veamos que hay de nuevo:

El Mecánico (The Mechanic):
Un Ojo Duro: (A): 5 / (CAV): 5 / (R): 5


Pura y simple testosterona. Si deseas salir a pegar codazos al Paseo Ahumada, vea esta película antes. Te energiza, a pesar de ser más de lo mismo, pero con un final relativamente decente.
El personaje central es un refinado asesino a sueldo que procura que su trabajo sea lo más higiénico y discreto posible, sin pistas, sin sospechosos, simples accidentes. Todo bien hasta que le contratan para asesinar a su mentor.
Excelentes escenas de acción. No mucho más. Pero la recomiendo.



El Turista (The Tourist):
Un Ojo Blando: (A): 1 / (CAV): 4 / (R): 4


A mitad de la película ya sabía el final, y mi única pregunta era: ¿Cuánto le pagaron de indemnización a Johnny Depp? Un asco de película. No tiene menos calificación, porque los actores son buenos en su trabajo y porque audiovisualmente no es tan desconcertante.
La trama simple: agencia de investigaciones y gángsters persigue a un estafador. Estafador es pillo y los engaña involucrando a otro tipo, haciéndolo pasar por él. Ah… y una mina en medio de todo este circo, que es una suerte de amante estilo femme fatal decadente.
Fin… no la vea. Al final Johnny Depp siempre fue el estafador. En este caso creo que fue el estafado.

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TUTORIAL


Para evaluar, hay que saber como se evalúa… EL OJO DURO, lo hace así:

Criterios:
- Argumento (A): 1-7
- Calidad Audio Visual (CAV): 1-7
- Reparto (R): 1-7


Calificación:

Tercer Ojo Sangrante (21 puntos): Climax. Una obra maestra que te produce un orgasmo ideoafectivo que trasciende la materia. Nada vuelve a ser lo mismo.

Dos Ojos Duros (20-17 puntos): Digno de prestarle atención. Te exige comer azúcar mientras la ves. Aunque no sea relevante, te deja pensando y transmitiendo incoherencias vinculadas a la trama. Por momentos te sientes identificado con algún personaje.

Un Ojo Duro (16-13 puntos): Aceptable, pero con un ojo basta. Te deja pensando un rato, pero después se te olvida.

Un Ojo Blando (12-9 puntos): Invita al sueño. pero al menos produce sinapsis. No requiere mayor esfuerzo mental. Desmotiva, deprime, te produce malestar corporal, laxitud a nivel de sistema nervioso central.

Dos Ojos Blandos (< 9puntos): Impresentable, evitable. Sólo para córtex primitivos, lisos, sin mayores surcos y desprovistos de mielina. Sentimiento residual de rabia. Te hace sentir miserable, sucio y culpable.

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Próximamente en El Ojo Duro


Nuevo espacio de Perro del mal.

Dedicado a crítica y comentarios sobre cine y tv.
Próximamente habilitado y en funcionamiento

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